Si pensamos en la regulación de la temperatura, ¿cuál es el mejor servicio que puedes ofrecer a tus clientes en los dispensadores automáticos de agua y refrescos? ¿Sobre la base de qué elegir la temperatura más agradable y saludable?
Agua a una temperatura ideal
Beber agua siempre es importante y más aún, con este calor, es necesario mantener una adecuada hidratación corporal. Las pautas internacionales aconsejan a las mujeres consumir aproximadamente 2,7 litros de agua por día, mientras que se recomiendan 3,7 litros para los hombres. Pero, ¿es mejor beber agua fría o a temperatura ambiente?
Agua fría: ventajas y desventajas.
La baja temperatura del agua nos hace beber pero su impacto en un cuerpo calentado no es el ideal: nos induce a beber menos y, pasada la primera sensación de frescor, sacia menos nuestra sed.
Se sabe, de hecho, cómo el cuerpo es capaz de integrar más fácilmente líquidos que están a una temperatura similar a la del cuerpo. Los nómadas del desierto lo saben bien y han estado saciando su sed en las arenas hirvientes con té caliente durante milenios.
Cuándo beber agua fría y caliente
Beber agua fría, o a una temperatura al menos dos grados inferior a la temperatura ambiente, puede producir diversos beneficios relacionados con el ejercicio físico, los estados febriles y la pérdida de peso debido a su capacidad para bajar la temperatura corporal.
Por supuesto, estamos hablando de agua «ligeramente» fría que se recomienda tomar, sin embargo, en pequeños sorbos para una disminución gradual de la temperatura corporal.
Por el contrario, beber agua fría mientras se come puede causar dolor de estómago severo e incluso distensión abdominal porque algunos alimentos tienden a expandirse cuando entran en contacto con el agua fría.
Beber agua caliente, que está 4 o 5 grados por encima de la temperatura ambiente, tiene una serie de beneficios, sobre todo si se bebe por la mañana. Estos beneficios se relacionan con la digestión y la depuración del organismo. Además, beber agua caliente ayuda a aliviar los síntomas relacionados con dolores de cabeza, inflamación y dolor de cuello.
El agua caliente o tibia estimula el suministro de sangre a los tejidos y también es un excelente remedio para tratar los dolores menstruales.
Además de favorecer la digestión, parece que el agua caliente disuelve los depósitos de grasa del intestino y, especialmente si se bebe con el estómago vacío, puede ayudar a reiniciar las funciones intestinales.
Al neutralizar los ácidos y los jugos gástricos en el estómago, el agua caliente ayudaría a la digestión, aumentaría la absorción de nutrientes esenciales y aceleraría el metabolismo.
¿Quién nunca debe beber agua fría?
El agua fría no se recomienda para quienes padecen enfermedades que afectan al esófago y al sistema digestivo, así como a las personas que padecen acalasia: una condición rara que puede dificultar la deglución de alimentos y bebidas (la introducción de agua caliente podría calmar y relajar el tracto digestivo).
Temperatura del agua según el objetivo del dispensador
A la hora de programar la temperatura del agua, también es útil tener en cuenta el lugar donde está instalada la máquina expendedora: en un gimnasio, por ejemplo, se puede bajar la temperatura unos pocos grados dado el target medio joven y sano, mientras que en un lugar concurrido con personas mayores o frágiles, puede ser recomendable tener una temperatura más cercana a la ambiente, solo un poco fresca.
Consecuencias técnico/económicas de regular la temperatura en los distribuidores
Es evidente como, al mantener la temperatura próxima a la temperatura ambiente, los frigoríficos de los distribuidores trabajan menos y por tanto tienen un menor consumo energético.
Generalmente se recomienda programar la temperatura de refrigeración del agua y refrescos entre 8 y 10°C aunque en muchas empresas, sobre todo en verano, se requiere una temperatura más baja, más cercana a los 4°C.
Diversificación de la refrigeración en la máquina expendedora
En las máquinas expendedoras, los cajones inferiores suelen ser más fríos: allí es bueno colocar (si los hay) artículos como yogur y bocadillos. Subiendo es recomendable poner las latas y finalmente, más arriba, las botellas.
Se recomienda colocar las latas no demasiado altas para evitar roturas (y consiguiente reventón) por caída.
Probar los gustos de los clientes
No existen criterios gustativos absolutamente válidos en cuanto a la regulación de la temperatura, sin perjuicio de las consideraciones anteriores de su efecto sobre la salud y el consumo de la máquina.
Por ello, siempre aconsejamos al responsable del distribuidor que realice pruebas de satisfacción, colocando las botellas de agua por turnos en las 3 alturas diferentes del distribuidor y comprobando cuál se vacía primero.
Teniendo en cuenta que la temperatura entre los tres cajones también puede variar en 2°C, tendremos una indicación preciosa de la satisfacción de nuestro objetivo y la consiguiente regulación de la refrigeración.
En conclusión
Elegir la temperatura correcta del agua en los distribuidores es una de esas decisiones aparentemente irrelevantes pero en realidad imprescindibles para el éxito de un servicio global.
Al igual que la elección correcta del sistema de pago con el que asociarse.
En todos casos, podemos asesorarte y ofrecerte soluciones de alto rendimiento que optimicen tu trabajo y aumenten tus resultados.
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